Aunque las primeras investigaciones sobre el TDAH comenzaron en la población infantil, no es hasta finales de la década de los 60 del siglo pasado cuando se empieza a hablar del TDAH en adultos.
La prevalencia del TDAH en la población general adulta gira en torno al 3-4%, vemos que hay muy poca diferencia con la prevalencia en la población infantil. Sin embargo en el contexto clínico, dónde se tratan personas con abuso de substancias o dependencias, la cifra se eleva hasta un 20%. Por otro lado la prevalencia en función del género tiende a igualarse.
Es un trastorno crónico que no desaparece con la edad, sino que se modula según las circunstancias y la personalidad del individuo.
Durante mucho tiempo se ha pensado que los niños y niñas superaban el trastorno por déficit de atención e hiperactividad al llegar a la adolescencia, las investigaciones actuales muestran que hasta un 70 por ciento de los niños que presentaban TDAH en la infancia continúan teniendo dificultades en la vida adulta.
En los adultos con TDAH se han descrito alteraciones en el rendimiento académico, la adaptación al medio laboral, las relaciones interpersonales, los problemas en la conducción de vehículos, así como en el estado mental y un elevado riesgo de consumo de sustancias tóxicas.
Si en la edad infantil la prevalencia es de aproximadamente 4/1 según el género, apareciendo más en varones, y luego esto se iguala en la edad adulta nos lleva a considerar la circunstancia de una minusvaloración entre las niñas.
El TDAH puede ser un factor de riesgo de drogas, alcohol y otras patologías asociadas con el abuso de sustancias.
- Se ha descrito para los adultos con TDAH, consecuentemente, una menor estabilidad laboral.
- Los adultos con TDAH son personas «con mucha energía» y «siempre en marcha».
- Hablan excesivamente.
- Interrumpen para responder antes de que hayan terminado de formularles la pregunta. Además se entrometen frecuentemente en conversaciones ajenas.
- Son impacientes y presentan dificultades para esperar el turno en situaciones de grupo (se les hace pesado hacer cola en una tienda o en un atasco en la carretera).
- Las personas adultas con TDAH cometen errores o descuidos en el trabajo, especialmente porque son desorganizados, se distraen fácilmente, o tienen problemas de concentración para aquellas actividades que encuentran aburridas.
- Son personas soñadoras y parece que no escuchan cuando se les habla.
- Suelen empezar muchos proyectos al mismo tiempo, aunque tienen problemas para finalizarlos, entre otras razones por una tendencia constante a aplazar las tareas indeseables hasta el último momento.
- Invierten mucho tiempo al día buscando las llaves, las herramientas, la cartera o la agenda. Además se les tacha de olvidadizos porque con facilidad olvidan nombres o cosas.
- Tienen dificultades para estar sentadas sin moverse o sin juguetear con las manos y los pies. Incluso cuando el TDAH parece estar controlado conscientemente, suelen tener todavía dificultades para estar sentados en una silla o estar tumbados en la cama. Además sus parejas suelen comentarles que se mueven excesivamente mientras duermen.
Dentro de las dificultades de atención, hiperactividad e impulsividad en el adulto lo que mas persisten son la inatención y la impulsividad.
Los criterios diagnósticos son iguales que para los niños apoyándose en el DSM-IV-TR, siendo el más frecuente el de tipo combinado.
Con elevada frecuencia en TDAH se manifiesta asociado a otros trastornos psiquiátricos.
La comorbilidad es similar a la observada en la infancia con la diferencia de mayor prevalencia de drogodependencia y la aparición de los trastornos de la personalidad, siendo el trastorno más frecuente el trastorno depresivo mayor (hasta un 28%).
En el tratamiento farmacológico se emplean los mismos fármacos que en la infancia, dividiéndose en fármacos estimulantes y fármacos no estimulantes.
Aunque la farmacoterapia ha demostrado su eficacia en el tratamiento del TDAH en el adulto, y es el tratamiento de primera elección, en algunos pacientes persisten ciertas dificultades que siguen interfiriendo de forma significativa en su vida cotidiana. Además los estudios indican que existe un perfil de paciente con respuesta insuficiente a la medicación.
Es por eso que con frecuencia está recomendado la combinación de terapia farmacológica con la psicológica.
BIBLIOGRAFÍA
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Ramos-Quiroga JA, Bosch R, Castells X, Escuder G, Casas M. TDAH en el adulto: impulsividad desde la infancia. En: Ros S., Peris MD., Gracia R, Casas M. Impulsividad. Barcelona: Ars Medica; 2005b: 123-132.
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