El trastorno por déficit de atención e hiperactividad TDAH varía y evoluciona sintomatológicamente con la edad. Entre el 35% y el 80& de los niños con TDAH, el trastorno persiste en la adolescencia. Esta persistencia de síntomas, tiene consecuencias negativas muy importantes para el afectado, al igual que ocurre en la edad infantil (Soutullo y Díez, 2008)
En la etapa adolescente nos encontramos con diferentes perfiles de adolescentes con TDAH en función de sus condiciones biológicas y sintomáticas (genética y desarrollo) y las condiciones ambientales que han rodeado su evolución (aspectos académicos, entono familiar, estimulación cognitiva, corrección conductual, características y tipo tratamiento e intervención).
Dependiendo del perfil de funcionamiento del adolescente, su problemática estará asociada a unos factores y está requerirá de un tipo de intervención u otra.
El adolescente inatento
- Déficit de atención sostenida y selectiva.
- Inmadurez (cognitiva y emocional)
- Introversión y/o escasa expresividad.
- Dificultades en las relaciones sociales.
- Falta de iniciativa y/o hipoactividad.
- Poco resolutivos.
- Falta de autonomía.
- Falta de intereses.
- Dependencia del entono para iniciar y concluir las tareas y actividades.
- Problemas académicos y del aprendizaje
- Fracaso escolar.
El adolescente hiperactivo
- Distractibilidad.
- Extroversión.
- Poco cuidadosos.
- Dificultades en las relaciones sociales.
- Poco resolutivos.
- Necesidad de estar permanentemente haciendo cosas.
- Sobrecarga de intereses (objetivos, metas personales).
- Dificultad para concluir una tarea.
- Necesidad de movimiento y acción constante.
El adolescente impulsivo e irreflexivo
- Gran dificultad para aceptar la autoridad y los límites a su comportamiento.
- Búsqueda insaciable de recompensas y refuerzos positivos inmediatos.
- Necesidad de reconocer los resultados positivos de sus actos y obtener recompensas de forma inmediata.
- Actitud desafiante (negarse a obedecer y desafiar constantemente la autoridad).
- Mayor predisposición a sufrir accidentes
- Mayor riesgo de adicciones
- Abandono y/o rechazo hacia los estudios.
Algunos síntomas propios del TDAH así como el impacto de éstos en el entorno, están presentes toda la vida, y otros en cambio se transforman hasta no ocasionar un funcionamiento problemático con el tiempo y tratamiento (Soutullo y Díez, 2008).
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Sonia Barbero Pascual
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Chencho
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